Ponencia de la Doctora Virginia Zavala Cisneros(PUCP)
"Racializando al estudiante bilingüe en la educación superior: un estudio sobre discriminación lingüística en la UNSCH (Ayacucho) y la UNSAAC (Cusco)"
Comentada por: Ricardo Melgarejo Cámara
Primero quiero recalcar que el elemento verbalizado del nombre ΄mote΄ es ΄motejar΄ y sobre la tercera acepción significativa dialectal del mismo a considerar que aparece en la DRAE en su vigésima segunda edición es: “hablar mote con cancha, es decir mezclado”.
Ahora bien, la Dra. Virginia Zavala Cisneros en su disertación, dejó algunos puntos que me pareció de sobremanera sugestivos a considerar. Seguidamente haré ciertas observaciones al respecto. Veamos el video:
Pero qué difícil resulta saber que tales actitudes quedan desvirtuadas y desencaminadas. Qué compasión dan aquellas personas que se dicen ser los guías (?) y los vectores de la sana enfermedad llamada “conocimiento” sean los responsables de la ruptura hombre-conocimiento. En verdad, es extraño creer que ese optimismo para la sabiduría vaya virtualmente desapareciendo. A continuación he dividido la ponencia lo más adecuadamente posible para su total valoración.
1. Lo cultural y lo racial
Una de las innumerables funciones de la empresa llamada “cultura” es la constitución de una “marca de fabrica” como elemento diferenciador entre las demás culturas. Será uno de los productos culturales el generador y el factor desencadenante de la infección de los demás productos que llevarán a la quiebra de lo cultural.
Lo curioso resulta al saber que los productos diferenciadores guardan ciertas bases de solidaridad. Aquí el quid del asunto, ¿quién sería el responsable del “sabotaje cultural”? El ser humano.
El grupo humano se define como un conjunto de individuos unidos por medio de ciertos “vínculos de solidaridad”. Dos de los vínculos son el lenguaje y lo racial, pero como señalé son las actitudes especiales (individuales) las que romperán la esfera de lo cultural y esto se da con el uso del lenguaje. Como primer punto enfatizo con precisión lo propuesto por Zavala: “El lenguaje es la matriz de las prácticas racistas” —añadiendo— “como producto de la empresa cultural particular y universal”.
2. Prejuicio racial, modelo lógico y lenguaje
Uno de los problemas en torno al lenguaje natural que me pude dar cuenta en mi constante reflexión sobre el lenguaje es que este —como diría Cosseriu— está regido por normas generales del pensamiento común —v gr. cómo los hablantes están subordinados al estatuto de la empresa cultural—. Pero gracias al conocimiento extralingüístico, que enriquece en numero las posibilidades del saber hablar (lingüístico), nos permitirá romper aquel logicismo, creándose así suspensiones en l modelo lógico del lenguaje.
Gracias a ello, como segundo punto clave, creo que en torno al motoseo, medio para la discriminación, la idea de Zavala es acertada: “El problema no está en el lenguaje”.
Ciertamente, lo que se puede inferir hasta el momento es que una de las funciones y empleos ocasionales en torno al lenguaje es el de la otra hoja de la espada de doble filo: la función destructiva por el uso de esta como prejuicio social
Pero como señalamos el problema no está en el lenguaje. Si analizamos detenidamente los prejuicios raciales son tomados como armas en una lucha de poderosos y subordinados, v g., por el control político y económico, donde la raza está en un plano inferior.
3. Ideología y desconfianza del lenguaje: el motoseo
Este punto fue la columna vertebral de la ponencia de Zavala y quiero ser conciso en varios puntos.
“La ideología lingüística como el juego de creencias, opiniones y valores que dan forma a las aptitudes de la gente hacia sus lenguas […] el lenguaje es por esencia autoreflexiva y proclive a ser objeto de actos ideológicos […] de hecho el discurso acerca de la lengua puede ser mas bien un comentario sobre otros aspectos de la vida social y cultural que un comentario de la lengua en sí misma” (Howard 2007: 47).
Siendo así, el prejuicio racista encontrará cabida dentro del discurso lingüístico tal como afirma John Baugh (1922): “El racismo tiene desde luego su aspecto lingüístico: los racistas creen que su lengua (junto con la mayor parte de los aspectos de la cultura) es superior a aquellos de las razas inferiores”.
Ciertamente, a veces en ciertos discursos se esconde una intencionalidad racista con fines eminentemente políticos o sociales, una especie de “neolengua”, orwellianamente hablando.
Bien, en el caso de las universidades que Zavala menciona, el problema esencial se centra en la ideología que se le ha concedido al motoso como alguien que no se adecúa a al modelo lógico estándar, ya mencionada líneas arriba. En este caso dicho modelo lógico es la normativa monolingüe castellana.
El problema articulatorio que padece el bilingüe quechua para aprender el castellano le resulta una experiencia traumatizante e insoportable, el ser el ojo de las mofas, etc. en el ambiente universitario. El problema no es tanto en el individuo como sentencia Zavala, creo que la responsabilidad es compartida por este y la sociedad subordinada y que como señalé esto causa más compasión si son justamente aquellos guías del centro del saber llamado universidad los virus que causan esa enfermedad social llamada racismo. Esto traerá como consecuencia, según Zavala, unos resultados lógicos de esperar: la baja productividad y rendimiento del alumnado. Recalco cómo es de lamentable que los maestros quieran “higienizar la lengua”. Y es que no se dan cuenta, ni toman conciencia lingüística crítica que ello originaría la ulterior vernaculización de la lengua quechua.
4. Valoración final
Quizá hubiera sido interesante que se explique cómo es que desde la infancia del individuo en su iniciación social, va aprendiendo a ser un prejuicioso social, y de qué manera están inmersos, también, los padres. Además, qué repercuciones traerá consigo en la psiquis si hay una mala educación desde el hogar hasta llegar a la vida universitaria.
5. Comentario final
«El prejuicio racial es muy fuerte donde la madurez social es más débil. Si realmente queremos salvar las lenguas dejemos de emplear ideologías racistas y tengamos conciencia lingüística crítica para ser buenos ciudadanos. Si el racismo es cuestión política y social, empleemos al lenguaje como un instrumento para sensibilizar y limar las diferencias sociales».
Ricardo Melgarejo