La Facultad de Humanidades y Lenguas Modernas de la Universidad Ricardo Palma conmemora la revitalización de los idiomas nativos en el Año Internacional de los Idiomas. Por ello, el Dr. Wesley Collins realizó una magistral ponencia sobre El Maya-Man en la encrucijada: La lengua propia como orgullo o vergüenza, llevada a cabo el 6 del presente mes.
Lo primero que aclaró es el porqué se pierden o mueren las lenguas —como diría Mufwene (2000) : una muerte muy despacio—, como saben la mayoría de los lingüístas, como la muerte natural de los hablantes , pero no es sólo este factor aclaró, sino también los son el odio, la guerra, la constante repetición del L1 o L2(en el caso de bilingüísmo), entre otros.
En el caso del bilingüísmo, será la apacible pérdida —en términos de Mufwene— de la L1 o L2, esto se debe a un factor crucial las decisiones que toma el hablante, éste verá en qué contextos aplica la L1 o L2 y hará constante repetición de la lengua que le da mayor prestigio —comúnmente sucede esto— haciendo que lentamente vaya perdiendo la de menor rango.
En esta parte consideramos la importancia de preservación del bilingüísmo y el papel que juega el lingüísta. Como decía el Dr. Collins la política y la responsabilidad que debe tener el lingüísta no es tratar de no perder la lengua en extinción, sino de compartir el por qué no perder esa lengua. Cierto, la responsabilidad debe caer tanto en el lingüísta como en la gente que habla esa lengua, sin embargo, esa gente debe sacarse la venda que lo encierra en la prisión de lo simbólico como lo es su ideología. Sin embargo, es muy difícil debido a esta ideología.
Además, es aún más complicado preservar una lengua que no posee literatura, no por algo dicen los entendidos que dentro de lo escrito se encirra la historicidad y la cultura del hombre.
El Dr. Collins mencionó una escala de viabilidad inter-generacional (tomado de Fishman:1991, 2001), que en realidad son unos parámetros para la conservación de lenguas en un contexto plurilingüe en el maya-man—aunque también deberíamos pensar en proponer alternativas de políticas lingüísticas al monolingüísmo, tan absurdo y común en un país como el nuestro, invito revisar textos de Emérita Escobar—. Estas son clasificadas en ocho niveles —nota: el entrecorchado indica la manera cómo se puede conservar la lengua en general— que son las siguientes:
- Nivel 8: Unos cuantos hablantes de tercera edad. La lengua tendría que ser reconstruida a través de entrevistas, grabaciones, textos y las memorias de la gente ya grande.
- Nivel 7: Los hablantes que usan la lengua son bilingües, pero ya han pasado la edad de crear hijos.
- Nivel 6: Hay uso informal de la lengua en la casa con los hijos. Los jóvenes tienen un entendimiento más o menos pasivo de la lengua.
- Nivel 5: La lengua está escrita, pero la alfabetización es informal y no obligatoria.
- Nivel 4: La alfaberización es [debe ser] formal y obligatorio a través de las escuelas.
- Nivel 3: La lengua se [debe] habla [-rse] en los lugares de empleo y trabajo.
- Nivel 2: La lengua se habla en las sedes de trabajo y en los niveles inferiores de gobierno.
- Nivel 1: La lengua se [debe] usa [-rse] en los altos niveles de gobierno, y por los medios de comunicación.
Los niveles más importantes son el cinco y el cuatro, los motivos se sobreentienden.
Para analizar los sistemas o las unidades de cada lengua, hay perspectiva que se deben de seguir. Son los enfoques sociolingüísticos —donde se trata de ver cómo los códigos de L1 y L2 son diferentes—, los de antropología lingüística —donde se trata de ver cómo es que operan esas diferencias—, las de la sociología del lenguaje —donde hay interés por las variedades, sino la relación que guarda una unidad (L1, por ejemplo) con otra (L2, respectivamente), no es el estudio del sistema. Ésta es el enfoque más importante, y en la que se estudia en sí al bilingüísmo como sistemas distintos— y las puras o teóricas —que trata de analizar los sistemas.
Para concluir, la reflexión es la siguiente: también, tomando palabras del Dr. Collins que dice que la lengua es como un pulpo en la que con los tentáculos se va apoderando del humano y le impregna su tinta con la que el humano queda marcado de por vida. Cierto, y para ello debemos de conservar la lengua, por que es como una especie de la fauna, pero esta especie es nuestra. No sólo debe importar ese instrumento para talar (la lengua), sino también se debe reflexionar las consecuencias que puede traer lo que en su paso dejó.
1 comentarios:
Aunque son varios los factores que influyen en la pérdida de una lengua (muchos extralingüísticos), considero que el principal es el mismo hablante. Él, en relación con su ego, porque el ser humano busca por naturaleza (naturaleza egocéntrica) sobresalir en el contexto en que se encuentra, y si esto implica desdeñar su lengua materna, no cabe duda de que lo hará. La lengua, en lo general, fluctua entre ser motivo de orgullo o vergüenza para el hablante, dependiendo no sólo del contexto, sino también de la ideología que éste presente.
Ahora , la preservación de una lengua, ante el
imperioso bilingüísmo de nuestro época y entorno, se torna en un trabajo que consista - espero - en compartir la dilección - que debería ser implícita en el hablante - por la lengua materna.
La lengua, irónicamente, no tiene voz ni voto ante el espectáculo de su paulatina muerte. Si la tuviera no se quejaría de los fraseoclastas e iconoclastas, sino de que no puede contar con una autoestima.
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Gracias por leer la entrada!!! (Ricardo)